martes, 9 de febrero de 2010

Sobre almas vacías...

Comenzé a correr. Corrí como no lo hacía hace mucho. Levanté vuelo, y cuando me quise dar cuenta me separaban del suelo algunos metros. Con el envión en el cuerpo aún me animé a desplegar los brazos y así planeé.

No paso mucho tiempo, y quise encontrar. ¿A qué, a quién? A una parte del viento que puede ser, pero no es, a una suerte de encuentro causal que se abnega de las consecuencias, a un tesoro que se esconde y se muestra, hasta que lo tomo y se disuelve.

¿Si lo encontré? No, por que de repente me golpeó la cara un cartel...

Soberbio, enarbolaba: "Aquí yace un alma vacía"

No sabía, yo, que esas cosas existían en las alturas; yo creía que "yacer" yacen los muertos, que "vacío" puede estar hasta el universo, pero no un alma, que de por sí es la plenitud...


¿Quiso decir, esa voz detrás de la puerta, que no se encontraba nadie en la casa?

Me quité de las manos ese cartel envuelto en vueltas, y cerré los ojos. Sonreí.


Aquí yace un alma vacía,
incongruencia disfrazando mentiras
¿Quién ha visto un pozo lleno,
un tobogán hacia arriba,
un ciego con vista?

Una niña jugando escondidas
que grita sin querer ser advertida
No molestarla que sueña dormida!
Ha dejado su espalda y la despedida
en una nota que lanzó a los aires
sin firma...

Su letra no la conocía,
el papel simplemente no existía
pero lo supe,
por que Todo, todo
se ve desde arriba.


Cúanta poesía visten las flores,
como vos.
Cuánta belleza tus ojos esconden!
Cuando quieras compartirla, sólo ahí entonces
I'll turn on...

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