viernes, 6 de mayo de 2011

Sé el 10 de tu propia vida,

Sé el 10 de tu propia vida,
dírigite resuelto hacia un destino y brilla
en la carrera con el arte del movimiento
que no te detenga el tiempo
que no hay viento infranqueable
sólo hay postes clavados, ojos cerrados,
vivos medio muertos;
pero tú, dueño de tu propia vida,
los esquivas con tanta claridad
que la belleza se derrama como catarata por tu espalda
donde tienes bien tatuada y para siempre
la diez en la casaca del alma.
Mueve los hilos del telar, abre la cancha
haz jugar a los demás, que los verdaderos guerreros
despiertan cuando un diez los zamarrea;
por eso sin miedo
toma la pelota y lidera
toda causa noble que engrandezca la naturaleza
despierta cada día
con el hambre
de ganarle un nuevo partido a la vida
con las ganas
de descubrir una nueva gambeta
con el arco
bien enfocado entre ceja y ceja.

viernes, 25 de febrero de 2011

Confianza, Cansansio, Claridad

Era de mañana cuando Armanda despertó en su cama. Se sentía cansada, estaba nublada.
Hizo una lista, se manchó la cara con la tinta de la lapicera.

Confianza: La resignación de todos los miedos. La tranquilidad de la existencia. Búsqueda finalizada.
Autocorrección estricta y aprobada: Día tras día. Ser mejor, una misión. Pero es una mesa chueca, todavía le falta esa nota que la saca del montón, y le muestra algo mejor.
Lo mejor: La mejor virtud, la mas exelsa de las griegas virtudes: saber quitar del corazón de los demás, exponer al sol del territorio mortal lo mejor de cada uno.
Cuestionar: Que no es interpelar. Cuestionar es poner en duda. Es feo cuestionar a las personas, a los amigos. Se cuestiona una idea, una filosofia, un libro. Pero las personas se interpelan, se las invita, los ojos invitan por sí solos, a reflexionar, a constituir una ética.
Cansancio: Por que hago lo que puedo. Pero puedo un poco más.
Almodóbar: Para domingos por la tarde, después de las galletitas caseras de la tia Celia, en una estancia como la de Esteban Trueba.
Reflejos: Consejo

Olimpo empató con Godoy Cruz.

Claridad: Por que se limpia el alma.

martes, 4 de enero de 2011

Jamón tibio

Pagar o morir, reir ara no llorar, esfuerzo por divertir, sillón para relajar.
Mentiras de paso, confort y comodidad.
¡Una palmera, una palmera necesito! Dos metros de arena, jugo frío de frambuesa y un pedazo de pan. Acceso directo, tocás un botón y penetraás en el mundo descubierto de las jetas deformadas, de la pura puta y clara verdad. Allí se ve, así es como estás ¿Cómo estoy yo, cómo está el? Todos con sus sueños, sus fracasos, sus tropiezos, sus intenciones al descubierto, otra cara de la realidad, otra cara de ellos.
Una tetera, un jamón tibio, unas monedas de lucidez. ¿Hacia dónde vas, hacia dónde voy? Todo ser que camina arrastra consigo a los demás.
Lunes 12 de abril, necesitas desmayar. El ha brillado otra vez, brillado por su ausencia y estás cansado de esperar.
Una cuerda cuarta de guitarra tensada entre la ventana del baño y la puerta del asensor, suena en un lúgubre y oscilante do bemol. ¿Existe esa nota, existes vos?
Una nota dejó Adriana, escrita con marcador, pegada débilmente a la heladera bajo influencia de un imán de rotisería barrial, abajo de otros dos. ¿Qué hizo? Trató los residuos de trato, trató de acallar la voz pedante de su interior. Un compañero de clase, la de tae kwondo a las 7 los martes, por algo se preocupó. ¿Era la leche en el fuego, era su hijo menor? Era la era del fuego en su vida y él se la perdió. ¡El corazón congelado tenía! y la primavera se le escapó.
"Alguien lo tiene todo pensado" resolvió mentalemente, y de repente, le temió a Dios. Mejor, para que no piense, pienso, pensar es una actividad maldita, funestamente atroz. Cruzó Billingürst, luego Corrientes, y continuó su marcha por la primera.
Piedras sobran en Australia, como las gotas cuando llueve en el alma y se inunda nuestro interior.
Éxodo, la gente huye, ya es martes 13 para bailar rituales de amparo, cajones vacíos, y desatar nuestro feroz instinto animal.
Invoco a él, al asesino, enemigo mortal de la burocracia mental. Papeleo, colas, teléfonos de colchón sonoro, gordas, todo todo lo tiene en su cabeza, dispone de todas las dependencias, depende de todas ellas, pende su mirada rebuscada en algún fichero de alguna oficina de algún piso de alguno de los 400 edificios que construyó -quizá sin quererlo- para perder las palabras que le entran por las orejas en algún rebuscado trámite intermedio.
-¿La solución? ¡Eso es lo que me pregunto yo! ¿A dónde vamos a parar?. Ernesto sentenció.Con miedo recorriendo sus venas, temblando por el exterior, enfrentó su porvenir: asumió su humanidad.
Visagra, inflexión en la vida macabra, acuarela de verdes en escala ¿Qué no le regalaron a esta mujer de niña que no sonríe ni de casualidad?
Un abrazo a tiempo, una barbie con vestido y cuello articulado, una cachetada a su mala cara, al mal humor diario, un diario para sus recuerdos. ¡¿Quién sabe?!
La filosofía profunda requiere una indomable y anárquica voluntad creativa de contrapeso.

martes, 14 de diciembre de 2010

Guarda, que en cualquier momento nos vamos

Con la muerte del tío, mí tío, comenzé un período de reflexiones sobre la muerte.
Específicamente, me empecé a cuestionar aquella parte de la muerte que tiene que ver con el más acá, dejando de lado la cuestión trascendental. Si, pensé a la vida en función de la muerte. ¡Qué novedad! ¡Descubriste América! Y sí, debo admitir que el período de mi vida que va desde la mitad de mis 22 hasta los 23 fue mi viaje de abstracción y mi embarque hacia lo desconocido. Podría decir que al llegar a los 23, descubrí finalmente el continente, viendo por fin la conclusión de mis razonamientos, las islas caribeñas de mis cuestionamientos: La muerte no avisará cuando llegue.
De un momento a otro, estaré muerto. Nació en mí así un sentimiento de emergencia, de inmediatez, totalmente desconocido. Me di cuenta que de un momento a otro, uno se muere, y todo lo que deja en vida es todo lo que fue hasta el momento. Todo lo que uno fue, es lo que deja. Porque si algún consuelo tenemos nosotros, seres pensantes, es que después de la muerte vamos a seguir existiendo. En el corazón de los demás, en el recuerdo colectivo, en un metal que tenga nuestro nombre inscripto… Eso es exactamente lo que nos deja tranquilos y posibilita que proyectemos una vida plácida en el tiempo, con etapas medio improvisadas, medio preconcebidas, con metas y objetivos… Es decir, sabemos que vamos a seguir existiendo y gracias a ello planeamos tranquilos llegar a viejos. Si hay un sentimiento aterrante, es morir sin que a nadie se le mueva un pelo, sabiendo que somos ya olvido. Eso, equivale casi a no haber nacido.
El asunto es: ¿Qué pasa si no llegamos a viejos? Porque más allá de no creo que al llegar a los 93 años pueda decir tranquilo: “Esto es todo lo que tenía para decir, ya estoy listo”, el problema, el nudo de la cuestión es qué pasa si la muerte me asaltara hoy. Lo que yo haya sido hasta el momento en que dé mi último suspiro, será todo lo que yo haya dicho. Y yo no sé si todo lo que yo fui, todo lo que yo hice o dejé de hacer era exactamente lo que quería decir. Realmente, hay muchas cosas a las que me aboqué en este último tiempo que ni siquiera se acercan a lo que quiero decir.
Por eso, y como ya he dicho lo que considero importante, lo que creo que debe de ser dicho para que nos despertemos, dejo una fórmula capaz de transmitir el menester sentimiento de urgencia, el necesario ruido de despertador que ejerce sobre el alma, y la convocatoria a tomar acción para no desperdiciar un solo segundo de vida: Hay que hacer lo que hay que hacer, porque en cualquier momento nos vamos.


PD: y buen viaje, tío querido. Vos dijiste mucho de lo que debe ser dicho, con tus propias manos.

domingo, 17 de octubre de 2010

El papel de la carne en la síntesis del sí

Angel caído, pájaro de alas heridas, se pregunta a cada alba
¿Cúando volverán a ser míos los vientos que en las alturas danzan?
Y hace retrospección, mirando hacia atrás, estudia todo cuanto pasó:
encuentra el sol. Encuentra el sol y nada más.

Aquí, artista sin musa ruega soñar, con un chispazo verdadero
que lo libere de la realidad, eso es todo para él,
sol luz esencias son de ayer
carne podrida cemento con humedad sólo queda en el mundo de los ciegos.

Pero la carne, el rol activo de la voluntad
a menudo queda del lado oscuro de los recuerdos,
quizá la inspiración era esa fija que lo sacaba del montón
pero sin manos ni cuerpo, ¿Dónde habría llegado hoy?

La firme intención de moverse en el mundo
la creyente convicción de la posibilidad
la bella construcción de una utopía en cada momento y lugar
la apertura de la percepción.

Síntesis del sí personal, sin carne
se queda en camino por la mitad.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

fila de hormiguitas trabajando en plaza Houssay

Quién sabe por qué las vi, quien sabe por qué estaban allí. Porque si de geografías ha de hablarse, no se pueden obviar las probabilidades del encuentro, y éstas, cuando hablamos de hormiguitas que no superan tres milímetros de existencia, son bajas como el subsuelo, mudas como lo ignorado.

Lo cierto, lo certero, lo verdadero, es que allí estaban. Enfrentando toda consecuencia, desafiando toda causa. Allí estaban, trabajando ordenadas, tranquilas como quien cumple una labor pesada por una causa justa, esencial, ineludible. Yo paseaba por plaza Houssay. Yo, un adulto con problemas, un hombre real, con la mente cansada, con la presión en la espalda. Era de tarde, caía el mentiroso sol de invierno porteño, que ilumina pero no calienta nada. Yo las ví, y me detuve a descansar. Tenía una tarea pendiente en vías de realizar y no tenía tiempo: cumplía mi día los requisitos diarios primordiales de propiedad de todo mortal. Seguir caminando era una tarea, una obligación de carácter moral, un imperativo de conducta, una costumbre de raíces infinitas.
Pero este día era diferente, lo supe en cuanto vi a las hormiguitas una tras otra, otra tras otra, todas caminando reinantes entre el pasto y el hormigón de la columna, gigantes cuando me acerqué a contemplarlas de cerca. ¡Eran hermosas! Se movían despacio y con dificultad, tomando lo que se pudiera de una mandarina a medio comer que yacía como yace la mercadería desparramada de un camión volcado al costado de un camino provincial. Cargaban, algunas, anchos pedazos que superaban su propio volumen y no dudo densidad. ¡Qué fortaleza, que decisión! Otras, recién llegadas, exploraban el tesoro como examinando un posible pedazo liviano, o alguna zona fácil de cortar, quién sabe.

Allí, en el centro del centro de la cuidad, donde el verbo “trabajo” no tiene porque sonar extraño, si me lo resultó a mí, que ya no eran tan yo, pues de tanto fijamente mirarlas de a poco me fui sintiendo una de ellas, recostada sobre mis patas de dura maniobra con tenaces garras en la boca, cumpliendo la fila. Su trabajo, de exquisitez extraordinaria, de rudeza inmortal, de minúscula importancia, era vida, vida laboriosa, era misión-cuerpo-y-alma, era todo lo que allí en las circunferencias de la plaza panorámica, bajo los lentes de la mirada humana, no se veía. Eran, simplemente, hormigas. Tras un rato, una hora, quizá días, de sentirlas, de amarlas, comprendí que sólo ellas importaban, que eran el motor oculto del universo, de nuestro gigantesco mundo de imágenes y versos cafeinados, que eran ellas el primer engranaje de la naturaleza, esa débil pero infinita correa que impulsa las poleas de la realidad. Tan débiles, tan sujetas a la arbitrariedad malévola de un dedo, que hacen olvidar su largas caminatas, su incesante pasión por darle vida al primer motor.

Comprendí, antes de irme despierto, obnubilado, ciego para el superfluo mundo de los asuntos humanos, que los problemas se disuelven en el agua pura, que los trajes molestan, que tener una causa y compañeros, familia empujando a nuestro lado, es la fuente de las cosas bien hechas y que el sudor es necesario. Pero por sobretodo, y desde el corazón hacia la piel, comprendí que de todo lo que pase en el mundo lo único realmente imprescindible es la marcha incesable de las hormiguitas.

lunes, 9 de agosto de 2010

La comunión

Comunión. Pensar. Actuar. Estar.
Una estrella brilla, dos son más. Quisiera. Deseo. Buscar. Una mirada sospechosa inspira que algo anda mal.
Será el sonido de la nada tictar como un reloj. Será el ruido de los pasos de quien marcha en comunión.
Fagocitante, desgarrador. Unión, permisión. Políticamente incorrecto, siempre quiso un alma vestida de espejo para mirarse y mirarse, para encontrar los detalles de la propia perfección en alguien mas. Su belleza sería universalizable. Sería la encarnación de lo divino, la real verdadera realidad. ¿Qué mas cierto que un alma gemela disfrazada como en un cuento a obra y medida de sus anhelos?.
Quiso, eso es lo que pasó, quiso encontrarsela en la calle, en un curso de gñana yoga, en la carnicería de Pichincha, no le importaba cómo conocerla, sólo quería, locamente quería, por que todo sueño que carece de mentira y desborda de expectativas es algo insano, más allá de toda sensatez reflexiva.
No le importaba tampoco si ella, piel de su piel, acuarela de su pintura, arte pura de su pincel, se descubriría de repente detrás de algún estudiante incípido en un aula de la facultad mirando hacia el pizarrón inutilizado aburrida como él en sus mejores años; o si aparecería de repente al doblar la esquina de Jujuy y Carlos Calvo (mano de los autos) asaltando como el más cruel ladrón su desprevenida atención besándolo de la nada, para siempre.
Tan cierto sería que la imaginación cumplía su tarea rígidamente noche tras noche, pues sólo era una cuestión de suerte, de tiempo que pasa, hasta que se cruzen las vías de estos dos trenes.
Su belleza sería universalizable, en un mundo total. Quiso, eso es lo que pasó, porque soñar con el dulce jugo de la naranja entera es totalmente gratuito, pero condena. Por eso, este transeúnte de cuentos soñó y soñó con la religiosa convicción en la redención útopica de su esperanza. Toda fé fué invadida en su corazón. La figura, moldeada y reconstruida a su macabra convicción, no sufría los tormentos inherentes a cada operación. Todo centro era el vértice de un potencial encuentro, y su pecho se desequilibró. Vagó como las sombras, al costado del camino, acariciando su preciosa evidencia, la exactitud de las cuentas del previsor de todo destino.
Vivir. Esperar. Curso maldito de los hechos. Moneda que cae de lado incorrecto. Gritó con todo, a la tierra y al cielo, a cuanto santo y caballo del porvenir se pasee por lo eterno. Lloró por dentro. En cuanto a su otro yo evidente y causal, hermosamente irreal, cada noche más exelsa, mas modesta, comenzó en espiral a ser odiada sin razón, o con todas las razones del mundo: ¡No pertenecer a él!
Su sangre, río de ilusión desbordado, hirvió cada gota con ira y repulsión, era soñada con asco.
En un segundo, se resuelve la ecuación.
Próximante, cuando él me cuente qué ocurrió con su comunión.

domingo, 4 de julio de 2010

Disparadores Lumínicos

Ofrezco exhaustiva lista de referencia personal.
Ofrecer un orden, empero, sería una empresa vaga y desconcertante.
La luz funciona como un dominó, al caer la primer ficha, todo lo demás se resuelve sin necesidad hacer nada. La filosofía china llama a eso el poder de "no hacer".

Por lo tanto, el que ofrezca una lista, y no sólamente un concepto, una oración, una consigna, revela de antemano que ignoro cúal de ellos es realmente el disparador para abrir el alma, el tercer ojo, o cualquiera sea su nombre.
Quizá signifique sino, que seaa una combinación exacta en proporciones exactas, de las que se dan sólo por obra de las probabilidades solidarias.
Quizá ninguno de ellos realmente es el disparador.
En este caso, será tal vez esta tipológica reseña otro aporte mas a la confusión general.
No obstante, conclusiones lumínicas jamás pueden constituir un mapa falso, a pesar de poder pecar si de incompleto.
Ofrezco cubrir el agujero de estos disparadores de acción con la multiplicidad de experiencias que la realidad ofrezca a la construcción de las subjetividades.

- Admirar el mundo de los sentidos
- Todo se resuelve. El conocimiento que sale desde adentro es capaz de percibir esa "línea de resolución natural".
- Buscar, entonces, el conocimiento que salga desde adentro.
- Proponerse usar la mente lo máximo posible...
- ... y descubrir el conocimiento puro, propio, verdadero.
- Ese concimiento fluye desde adentro, no tiene nada premeditado, sino que resuelve sobre la marcha.
- Enfocar el nudo de cada cuestión desde el comienzo
- Hablar franco, ser sincero
- Quiere el bien, tuyo y de los demás, por que sólo así podrás ser sincero plenamente
- Si puedes ser sincero, entonces obras con total libertad.
- Mira a los ojos, sólo así se sabe si uno está realmente siendo sincero.
- No enfrentarse a los demás, sino intentar llegar a una conclusión mutua
- Desea aprender, toma cada conclusión de cada oportunidad
- Tomar un rol activo en la vida. Sé el dueño de tu propia vida.
- Obrar según lo racinal, amar según lo emocional.
- Proponerse un ser ideal. Intentar realizarlo todos los días.
- Tomar a los demás como fines en sí mismos.
- El miedo no sirve para nada. Es necesaria la valentía para llevarse lo mejor de las cosas, para enfrentar las zonas oscuras propias y sociales.
- LLenarse de experiencias diferentes
- Cada detalle infimo es una oportunidad para mejorar el mundo.
- Las cosas empiezan por uno mismo.
- El mundo está lleno de belleza. Mejor: el mundo es la belleza. Búscarla, encontrarla, compartirla.
- No dar círculos. Proponerse un camino, un destino, un horizonte. Caminar firme hacia él.
- Ese camino, constituye "algo para hacer". Ten algo para hacer, y hazlo.
- Ignorar las cosas que no sirven: orgullo, vanidad, maldad, egocentrismo.
- Construir relaciones sociales simétricas absolutas. Parase de igual a igual con los demás siempre. No mirar interiormente por arriba. No creerse menos tampoco.
- Sé Libre. Liberarse es soltar las ataduras sociales que nos amarran por dentro y por fuera. Ser libre es no tener nada que perder, no tener miedo.
- Enfrentar las cosas con tranquilidad. Si se tienen buenas intenciones, no existe el mal puerto.
- Con sólo ser, se tiene lo esencial para abrazar lo cierto. Quitar la vista del vano mundo de los asuntos humanos, y enfocar el corazón en lo esencial.
- Un segundo de genuina percepción, convierte toda una vida en mera frivolidad.

La lista se irá llenando, con el tiempo, como ejercicio de memoria y tarea de existencia.
Todo ejercicio teórico está condenado a la finitud. He aquí el porqué de la superioridad del vivir. La vida es la conexión con lo absoluto.
Cada palabra de esta reseña, desvanecería ante los pies de una actitud verdaderamente genuina de lo que refieren.
El peculiar éxito de un mapa de esta naturaleza consituye un objeto suicida. Prender la luz interior comprende desnudar las palabras. Toda reductibilidad podrá ser posible a una oración, una palabra, una letra. Pero entonces, serán sólo eso.

martes, 15 de junio de 2010

Me cansé de lo malo

Ya me cansé de lo malo, de lo feo, voy a intentar quitarlo de mi vida.

Y no es que no he vivido con ello, al contrario, hasta hoy lo he estado haciendo, pero quiero parar porque estoy cansado, como quien corre y frena: ¿Hacia dónde estoy corriendo?

Me siento en el piso dejando que la vida siga transcurriendo y que empiece a perder puestos (lejos estaba igual de los primeros). Entonces veo obstáculos que al correr se me fueron prendiendo, como dolores en las rodillas, bolsas de plomo cargadas a la espalda.

Y así llego a pensar que lamentablemente sin opción debo prescindir del mal para poder correr mejor, y quién sabe, tal vez llegar con los primeros.

Ya sé que es un fraude, una decepción al sistema que tan piadosamente me ha dado todo lo que tengo, mi casucha, mi tv, el diario, el noticiero; mi trabajo que tan pícaramente me condena de lunes a viernes a estar sufriendo, dándome con esa humildad innata aquel dinero del que creo el sudor de mi frente no es merecedor.

Me duele, yo también sé que es traición, pero debo abordarla dejando aquí esa bolsa de plomo; si es que quiero pensar en mí. No me queda otra que ser un bueno idiota, yo no quise caer en esto, pero así son las cosas.

¡Cómo me duele poner en la bolsa la viveza del porteño, adquirida desde pendejo! Y el egoísmo, y el placer de la venganza al ver en malas a aquellos que no soportaba, la ambición, y muchos otros adjetivos más, pero por sobre todo, y este sí el que más lamento, la Comodidad.

Engañosa y en vano, sólo pesaba en mis brazos, consientes estos de la hipocresía pura cargada a los hombros. Así que la dejo junto a un montón de basura al costado.

Es hora también de dejar los miedos que inertes en mi siempre no fueron más que un impedimento para hacer lo correcto. Pienso un poco y me levanto, miro el paisaje, el cielo. Respiro hondo, abro y cierro los ojos, descanso el cuello. Como limpiar primero el cuarto, ordenarlo, luego salir a pintar la casa.

-“Dejo atrás algo pesado”, me digo dando unos primeros pasos, troto y corro, rápido. Entero de alma y cuerpo voy hacia ser feliz, consiente tanto de su primordial importancia como de cómo serlo. Que los demás sean malos es un problema de ellos, para mí será como que me hablen en coreano, no pienso entenderlos, hubo un recorte de presupuesto en mi diccionario.

Así bondad y felicidad según uno que frenó a pensar van de la mano, por eso el primer paso es obviar la maldad. Me siento un chico, de vuelta, pero paso a miles de hombres y mujeres, y corro despacio ahora creyendo que todo lo puedo, creyéndome un rayo, creyendo que todos podemos ser buenos, decidido, convencido de que cambiar al mundo es juego de niños; y luego quedo sólo y un poco más adelante veo a los pocos que van ganando: Gandhi, King, Lennon…

viernes, 21 de mayo de 2010

Necesitamos

Necesitamos de las películas, para aún creer en los sueños
Necesitamos de templos, para poder creer
Necesitamos cerveza, para poder ser sinceros
Necesitamos internet, para animarnos a hablar
Necesitamos de domingos, para sentir el vientito de la libertad
Necesitamos TV, para escapar del silencio
Necesitamos que algo tenga precio para poderlo valuar, sólo después evaluamos
y hasta desconfiamos cuando no se corresponden precio y calidad
Necesitamos que nos necesiten, para sentir que aquí estamos, que valemos algo
Necesitamos mentir, para no decir la hiriente verdad
¿por qué siempre es hiriente la verdad de nosotros, seres deseantes?
¿será que revela egoísmo y nuestras ocultísimas últimas intenciones tras toda palabra:
querer ser más?
Necesitamos querer ser más, para poder ser en la guerra de la verdad,
(una verdad de mentira, claro está…)
lo necesitamos para imponer nuestra visión de la realidad
y sentirnos el centro de la vida de los demás
porque hemos perdido el nuestro.
Necesitamos cumpleaños para darnos la oportunidad de abrazarnos
para compartir una mesa, año nuevo y navidad
Necesitamos frenar entre tanta carrera, para ello, el diván
Necesitamos un celular, para saber dónde estamos
Necesitamos fotos, para llevarnos algo del lugar, sólo algo superficial,
¿pero qué importa? ello nos conforma...
Necesitamos mostrarlas para que alguien las quiera mirar
Necesitamos noticias para saber qué está pasando
Necesitamos necesitar
Necesitamos porque hay algo que no encontramos, algo esencial… y eso, que es todo lo que necesitamos, somos nosotros mismos, nada más.

Pelea o P●E●L●E●A

ya era hora para este clásico de los viejos vuelos,
de cuando aún era joven

y no conocía de barreras...


Licitación para la empresa patada puño patada golpe a cualquier lado si tiene resultado y lastimamos al adversario, sin reglas por que no son necesarias, de última si alguien se zarpa saltamos todos y lo paramos, eso por las dudas por que generalmente cuando ven la sangre se asustan, y eso juega en contra de ellos y muchas veces termina siendo el primer paso del fin del pleito.

Entretenimiento seguro y útil para innumerables cosas, a nosotros nos gusta y es lo que queremos, medir con los demás nuestra fuerza y capacidad poniendo al descubierto nuestra soberanía hacia nuestro miedo y la velocidad mental para esquivar o plantear estrategias momentáneas que casi siempre fallan. Una adrenalina incomparable y un éxtasis de emociones fuertes son las cosas que nos impulsan a movernos o quedarnos quietos, a esperar el golpe o atacar primeros. Aseguramos con plena certeza que las jerarquías mentales son los verdaderos músculos, y que más queremos que usar nuestro cerebro, poner en vilo como aprendimos a pensar.

Visto y considerado todo lo citado requerimos que para el año lectivo 2005 dejemos de obviar y dejar de lado a algo tan fundamental para el ser humano como la pelea y la convirtamos en una materia; la cual se estudiaría de primer a séptimo grado con programas dictados por el gobierno y maestros especializados recibidos y con títulos.

Completa nuestras aspiraciones la ilusión de también colocarla en los tres primeros años del secundario y, propicios a los resultados, poderla llevar al honorable grado de carrera universitaria con salidas laborales como, por ejemplo, cagarse a trompadas.

viernes, 14 de mayo de 2010

Princesa Dorada

Haciendo de tus recuerdos
jugo para mis anhelos
juegos con las imagenes
de tu espalda y vestido
qué ganas mundiales
de compartir contigo
un beso, Princesa Dorada

Dibujada sin decir nada,
perfecta,
por las pautas inalcanzables
que jamás me animaría a imaginar
eres posible, allí estás,
silencio, callo y te miro

Suspiros para tí Princesa Dorada
brillante respuesta soñada
cómo no vencerme a la sed de tus aguas
y desmoronarme al márgen de tu orilla
cómo eres posible, utopía destellante
inalcanzable rubí para un fuego de cenizas

Con la belleza de la cascada
cae el pelo sobre tu espalda
una reina boemia de colores animada
encontré allí donde voy a dormirme el alma
mírame, regálame una mirada
y seré cierto, levantaré mis pasos
convertiré la arena en viento
y abriré las alas

Sirvo a tu reminiscencia
brindo a la mirada
que a veces te inventa.

Un reflejo, una quimera encarnada
paseando por el pasillo desierto
eres tú, Princesa Dorada
Un oasis, para dos almas, dos cuerpos
quizá, anhelan,
beber agua del encuentro.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Prolegómenos de Poesía Ilusionada

Palabras de poesía, para abrir las entrañas,
acostar el cuerpo sobre la camilla,
comenzar la autopsia, una vez más, de la musa divina,
de la esperanza inherente
a toda ilusión que recorra la vista.

Soñar, amar en silencio,
a gente desconocida
proyectar historias improbablísimas,
endulzar caras y cuerpos
en ilusiones vespertinas.

Aquí confieso mi pecado:
"Me declaro ser humano"
imputable de todo cargo
por soñar asiduamente en vano;
confieso sin deshonra alguna
la irrefrenable locura de reverenciar figuras
tras la cortina de hierro
que dibuja la piel.

Prolegómenos que augurian vientos
al campo universal de los delirios quiméricos,
por que confío en la fantasía,
y creo en el numen de la poesía
sueño.

Quien sea ajeno a los anhelos,
puede darse por muerto,
la autorresolución sin dialéctica
es tan sólo un comienzo; pero
amar es tán fácil
tán bello, tan cierto,
cuando son sinceros los sentimientos...

lunes, 8 de marzo de 2010

Ser por ser

Todos corremos, hacemos, rehacemos, discutimos, gritamos, calmamos, envolvemos, nos quejamos, nos falta, dormimos, despertamos; incompletos deseamos...

La pregunta es:

¿Cuántas veces hemos sido felices por sólo ser?

miércoles, 17 de febrero de 2010

Glasnost Emocional


El Gorbachov de la URSS Sentimental dispone:

Abiertos de corazón reencontrar la escencia de su misión en su pura actividad, libre de la rienda mental que sin quererlo lo termina por atar. No sólo el cuerpo, no sólo el corazón, también descubrir el espíritu y que salga a la luz su luz.

Glasnost emocional, para un motor sentimental que es llamado a abrir sus alas y volar al sol, salir al mundo, hablar de aquello que no quiere escuchar. Enfrentar de una vez aquella dimensión de verdad que deja de lado el devenir superficial. No creerse capaz de determinarle al alma su estado momentáneo ni su camino a andar, vivir a su armonía y servir a la mesa lo que ella pida de cena, así se llenará, pedirá postre, y pagará. Por que siempre, siempre, todo llega.

Abrazo mundial a la espontaneidad y silencio neuronal para poder escuchar su bajita voz. Momentos para la soledad, alejamiento de la orquesta rutinal, intromisión espiritual. Vivir el hoy, sentir el movimiento, su belleza, su arte, los colores del viento, ser parte de lo cierto y conectarse con el todo, aflojar las cejas y sonreír sinceridad, admirar el cielo; amar.

¡Fin de la guerra fría, entre mente y corazón! ¡Sonrisas y sonrisas, no más tanques para la invasión! Abajo los muros, aislantes de acero, que supieron construir nuestros objetivos últimos de vivir, a costa de quitarnos todo gusto de hacerlo.
Fin de una disputa muda, dónde sólo ha ganado el miedo. Se ha terminado de una vez el opresor silencio ¡Griten a los cuatros vientos! ¡Que sea Libertad, que sea cierto! Que sea la unión lo que abra los horizontes de este cuerpo, que es uno. Y con una Perestroika de ethos entero llevar hasta las últimas consecuencias las fronteras de la verdad y lo posible, desenroscar lo irresuelto; llevar la franqueza tatuada en el pecho quemando el fervor del alto vuelo, y construir nuestros fundamentos nuevamente sin orgullos pero sin temor, sobre el efímero pero perenne aroma de una flor.


---
Referencia:

La glásnost (En ruso Гласность, apertura, transparencia o franqueza) fue una política llevada a cabo junto a la perestroika por Mijaíl Gorbachov, dirigente de la Unión Soviética desde 1985 hasta 1991. Mientras que la perestroika se ocupaba de la reestructuración económica de la Unión Soviética, la glásnost pretendía liberalizar el sistema político, que sus detractores acusaban de estar férreamente controlado por el Partido Comunista.

http://es.wikipedia.org/wiki/Gl%C3%A1snost

martes, 9 de febrero de 2010

Sobre almas vacías...

Comenzé a correr. Corrí como no lo hacía hace mucho. Levanté vuelo, y cuando me quise dar cuenta me separaban del suelo algunos metros. Con el envión en el cuerpo aún me animé a desplegar los brazos y así planeé.

No paso mucho tiempo, y quise encontrar. ¿A qué, a quién? A una parte del viento que puede ser, pero no es, a una suerte de encuentro causal que se abnega de las consecuencias, a un tesoro que se esconde y se muestra, hasta que lo tomo y se disuelve.

¿Si lo encontré? No, por que de repente me golpeó la cara un cartel...

Soberbio, enarbolaba: "Aquí yace un alma vacía"

No sabía, yo, que esas cosas existían en las alturas; yo creía que "yacer" yacen los muertos, que "vacío" puede estar hasta el universo, pero no un alma, que de por sí es la plenitud...


¿Quiso decir, esa voz detrás de la puerta, que no se encontraba nadie en la casa?

Me quité de las manos ese cartel envuelto en vueltas, y cerré los ojos. Sonreí.


Aquí yace un alma vacía,
incongruencia disfrazando mentiras
¿Quién ha visto un pozo lleno,
un tobogán hacia arriba,
un ciego con vista?

Una niña jugando escondidas
que grita sin querer ser advertida
No molestarla que sueña dormida!
Ha dejado su espalda y la despedida
en una nota que lanzó a los aires
sin firma...

Su letra no la conocía,
el papel simplemente no existía
pero lo supe,
por que Todo, todo
se ve desde arriba.


Cúanta poesía visten las flores,
como vos.
Cuánta belleza tus ojos esconden!
Cuando quieras compartirla, sólo ahí entonces
I'll turn on...

viernes, 25 de diciembre de 2009

portavoz

Todo se puede construir de un momento a otro. El arte, lo que volcamos, refleja, vomita lo que llevamos dentro.

Demostrar, eso es crear, y ocurre cuando sin miedo alguno se coloca el alma a la altura de las circunstancias para realizar (volver real) la pureza inmaculada guardada por dentro, tras el pecho.

Entonces toma envión el viento y nos toma a nosotros, a nuestro cuerpo, como portavoces de lo cierto, transmisores de lo bueno, reflejos de lo bello. Todo eso lo somos, podemos serlo, lo seremos. De alguna manera u otra me parece imposible escaparle a la voluntad que lo ha resuelto. Portavoces atados al cielo por lazos de hierro, ojos abiertos y un deber de ser: compartirlo con el resto.

Se deriva de ello entonces estar atados también al cuerpo, por volver a desatar las vendas de los ciegos. Pero ojo, porque el portavoz no ha deseado serlo, si bien lo siente, lo sabe, el no ha querido nunca serlo. Es justamente eso lo que lo ha sentado aquí: el portavoz sólo desea servir. No quiere ser nadie, nadie importante, no desea ser reconocido, no lucha por elevarse pisando cabezas, ha soltado sus lanzas para darse por vencido antes de cada batalla. Por eso no lucha por razones y honores sin sentido. El portavoz no desea enseñar, sabe que no puede hacerlo, que muy escaso es lo que sabe, y por eso ocupa sus fuerzas en lo que considera importante: aprender. Jamás, léase bien, jamás busca refutar, jamás desea ser mas, y creo que tampoco menos, más bien se me ocurre que lo que le preocupa en realidad es simplemente ser, de ahí que desee aprender de todo cuanto tenga la gracia de cruzarse frente a su andar. Para él todos tienen algo que enseñarle, es un niño en esplendor, abierto de manos y corazón para nutrirse de cada minúscula sensación, de cada palabra compartida. Pero es adulto también y juzga sin miedos ni represión con la sinceridad en elevadísima expresión, juzga buscando lo verdadero, como quien ha pedido un bocado de comida por estar hambriento y con ansias desea tragar lo que le es compartido, servido, sino fuera porque al colocárselo de verdad en la boca y masticar resultase que no es comida sino sedante, no es consejo sino veneno aquello que, a veces inconscientemente, los demás desean que se trague.

Es el portavoz, por excelencia, el único hambriento genuino de la sociedad entera, pues su hambre desesperada es una herida sangrante, una llaga al sol del mediodía, un darse cuenta constante de que lo esencial de la vida no ha sido almorzado sino en sus primeros días.

No desea ser nadie. Sólo desea ser, quiere nutrirse del mundo, se da cuenta de la inmensa y magna belleza en qué consiste estar vivo e intenta descubrir como un niño el esplendor y los secretos que la oportunidad de ser libre llamada vida le ha brindado. Por eso no lucha por estar más arriba de los demás. Por eso no lanza, no ataca, abraza.

Por último, no busca fuegos perdidos, ser el que era cuando todo lo veía, vanagloriarse de haber sido el Rey de los vivos. Sólo le sirve intentar ser Rey de sí mismo, no desear dominar, sino servir. Y si cae, recuperar el honor perdido, mirar hacia arriba y señalarle a los vecinos sus rutas de vuelo sólo lo llevará a frustrarse, por rebelarse así la potencia absoluta de la ceguera y porque no es vanagloriándose como se llega a prender el fuego.

El Portavoz NO es autor, y su conexión simbiótica esencial con la línea de equilibrio universal natural, se da cuando abandona de una vez las ganas de pelear, de disputar, para vivir libre de ataduras humanas (egoísmo, orgullo, maldad) y encontrar en cada ocasión no una oportunidad de demostrar, sino de recibir, no una cabeza para pisar, sino una luz para iluminar, una verdad para descubrir.

lunes, 7 de diciembre de 2009

desierto de sombras

Ven caer la magna oscuridad, revelar la luz hacia el más allá, aquí se encuentra un lugar donde reina la soledad, un desierto de sombras oscuras, kilómetros de silencio bajo la presencia de la luna. Unívocamente se presenta el sentimiento allí dentro de quien camina por las dunas del desierto de pensar en qué está haciendo, un sentimiento profundo que agobia y cava y cava con su pala de silencio absoluto en la tierra que asentamos como capas para salvar el corazón de las lanzas de la realidad.

Aquí en el desierto de sombras, por supuesto, no se ve nada. Nada se resuelve, nada toma forma, quedando inconclusas las miradas hacia el horizonte perdido que en miles de direcciones atraviesan el destino de un héroe que se animó a sortear sus caminos. Aparece y lo vemos, allí sentado tomando un respiro insolado de suspiros vacíos, palpando su descontento para asegurarse que se encuentra bajo la égida amenazante de la sombra eterna y buscando con el oído algún milenario crustáceo viajero que le sirva de cena. Allí se encuentra escondido a la vista de todo, magnánimamente presente en el centro de un mundo estridente que oculta la luz para siempre y se convierte en su jaula, desafía su capacidad de sortear el obstáculo esencial que ha convertido en camino la piedra y la piedra en arena… ¿Serás capaz tú, Rey de las Tinieblas, Bufón de los Corazones Dormidos, de encontrar ese viento que vuela por alguna parte de este universal escenario y dejarte llevar por él hacia el norte más alto?

Hemos dejado otra pista, bajo las estrellas de estas letras y también escondida en la mirada de quien apuesta en tu salida sin siquiera haber visto tu pecho de fuego ardiendo, tu luz solar encendida…

martes, 24 de noviembre de 2009

fracaso

Quien sabe tal vez por qué empezé a escribirle al fracaso, lo cierto esta vez es que he empezado ya dudando en el… ¿Qué nos brinda el fracaso para que podamos pensarlo, cosificarlo de una manera neutral, sin acaso juzgar que significa, o que pretende significar, el intento de algo que no ha llegado a recibirse jamás de meta?.

Aquello que quiso ser destino, que se quedó a medio camino. Un círculo que no cierra, un objetivo incumplido, una realidad que no llena. Constante, se vuelve la pena más dura de cargar en la cotidianeidad, rodea nuestros 360 grados y convierte en insensatos los intentos de superarlo, buscar algo más allá de sus fronteras. Aquí aparece vestido de fiesta, bailando el vals de la ocurrencia y ejerciendo soberanía sobre toda la realidad que impera en su sonrisa, macabra, traicionera, ardorosa como el fuego. Ser tras él, he allí el desafío de quien enfila el camino de la montaña adversa, enfrentar sus vientos en contra miles de pasos mirando al suelo para oponer resistencia con la dura cabeza, tomando la mochila cargada de descalabro que ejerce presión hacia abajo intentando voltearnos.

Se me ocurre quizás algo que no puede ser olvidado: y es el olvido mismo; porque de alguna manera resuena aquella extraña capacidad de evaporar las ideas cuando de lo que se trata es de una realidad venida abajo. El fracaso y el olvido matrimonian un sentido, es el devenir tácito de las almas sin destino, una luna de miel para siempre. Fracaso y olvido, dolor compartido, sin sabor paladar degustar el sentido de sentirse vivo pero antes bien, bien bien dormido. Frustración arrepentida, como agua estancada sentirse un charco de vereda dispara contra el alma, veda la esencia, prohíbe el clamor de una salida.

Abrazo al fracaso entonces, que desafía la cervical y encara la mirada hacia lo más bajo que podamos mirar: el suelo. Abrazo sincero, sin uno, sin dos, sin rencor hacia su don de hacernos sentir que todo lo que hacemos no lleva a ningún lado. Beso, beso en el cuello del fracaso, que al golpearnos muy dentro y desangrarnos los encierros que sabemos construirnos para no salir a pedir lo nuestro nos obliga, una y otra vez, a emprender de nuevo. Su esencia es desafío. Nuestra muerte ya es movimiento. Quien quiera pedir lo suyo a cualquier cielo que primero vista de cuerpo. ¿Las heridas? Cicatrizan.

Y nos dejan aquella impronta de sentir, de saber, de descubrir, que estamos viviendo.

martes, 13 de octubre de 2009

Crear

Tengo ganas de afirmar que no es necesario saber algo sobre algo o todo sobre nada para animarse a manifestar, a compartir unas palabras...

¿Resulta caro a la necesidad vagabundear por la poesía innecesaria? Si, lo resulta, pero realmente carece de importancia por que nos pasamos el día fijando sentido a los discursos gratuitos que regalamos casi sin pensarlo. ¿Que tendrá de malo entonces ofrecerle al mercado del compartimiento linguistico-simbólico un proyecto de subjetividades y sentimientos descontextualizados?

Crear es un acto imaginativo por definición del ser, por necesario útil, por exelencia elevado. Crear es no saber qué decir hasta estar diciendo algo que de verdad vale la pena ser dicho. Crear es despojarse del saber por que sí, de los supuestos sobre lo que somos o sobre lo que es, para construirnos nosotros mismos. Crear es lanzarse al mar con la barca del querer ser, empujado por el viento mágico que lleva las almas al puerto de las escencias...

Querer crear, es considerar como importantes a los demás, sentirlos como obreros de vuestra propia verdad. Es creer en ellos, en su capacidad de cambiarnos la vida, en entenderlos a sí mismos, aprender que ellos también deben y pueden crear a la vez.
Querer crear es un acto desegizado, es cuestionarse, es plantear, dejar de aceptar y comenzar a vivir realizándonos, volver el pensamiento real. Sin más, es sentir.

Crear es no tener miedo a no tener nada para decir, y decirlo.
Crear es el hecho mismo de la libertad.