martes, 21 de abril de 2009

Armonía para Volar

Volaba y me caí
de repente iba subiendo, subiendo
y ¡paf! de jeta al suelo.
Hasta entonces no entendía
aquellos extraños vientos
que me llevaban hacia arriba,
pero yo estaba allí
miraba el mundo y reía
por mí,
de alegría.

Ahora que pienso
me encuentro feliz
por que pensar es sentir
y yo siento,
cuando me acuerdo de mí.
Ser libre no es fácil
pero antes de tocar tierra
guardé la receta
en mi bolsillo derecho,
y la móvil etenidad me persuade
de que caer es alejarse del cielo, si,
que aquí abajo no hay verdades ni vuelos,
pero que sólo queda subir.

Y lo comprendo todo
un poco más.

Como un concierto de gotas que caen hacia dentro
planear en el aire desnuda lo cierto
con la armonía que convierte al corazón en el centro
de algo inmenso, inmensamente pequeño, llamado amor.

Sobre aquella línea en que los instrumentos
encuentran su perfección, el sonido de mis cuerdas
afina hoy en sol mayor, aquel sol que ilumina tanto...

Volar, ¡qué respiro para el alma afixiada!
Volar, ¡tan lindo recordar las alas!
Volar, es ser libre,
Volar para ser.

miércoles, 8 de abril de 2009

5 hs.

Ahora que caigo del cielo (yo sí me caí del cielo)
un paraiso dió vueltas hasta marearse
las pistas se perdieron y su rastro
de momento, parecieron olvidarse
Por eso el pasto y el río
y el canto de los pajaritos
formaron remolino, apenas
nos animamos a tirar la cadena

Será que conocido el destino
y escasa la siembra
uno pierde las coordenadas
de hasta su propio ombligo
será que fué mucho de muy poco,
que se tomó mas de la cuenta,
que era la hora del vino
cuando aún éramos cerveza
que la mano contaba infinito
sin llegar al cinco

5 hs me recuerda felicitándome
un fantasma real
me asusta, me hace temblar, tiene razón,
compruebo el reloj quinquenal

Un paraíso dio vueltas
y hasta marearse
dos libres y amantes
parten en direcciones opuestas